El Folklore Musical de Canarias

Reseña: Félix Morales (musicólogo)

Si tuviéramos que escoger un único material bibliográfico para aproximarnos al folklore canario, sin duda habría que detenerse en el libro que nos ocupa. Por bien resumido, escueto, contrastado y de amable lectura. Parece que su autor (licenciado en pedagogía, folklorista, intérprete y experto en pedagogía musical) ha combinado el conjunto de saberes que atesora como amante del folklore con las herramientas psicopedagógicas propias de quien domina la materia para generar un texto idóneo para exponer gran cantidad de información en una extensión corta y certera. Además, la publicación cuenta con una importante colección de fotografías que refuerzan el contenido literario y lo vertebran hábilmente convirtiendo la memorización en una actividad muy llevadera. Podemos observar instrumentos, danzas, trajes, grupos, expresiones lúdico-festivas e iconografías musicales comprendidas entre el siglo XV (como Le Canarien de Jean Le Verrier) hasta el siglo XX en forma de una depurada colección fotográfica.

La organización del texto podría ser uno de los mayores aciertos de la obra. Consta de cuatro grandes bloques. El primero es un resumen terminológico y conceptual. Le sigue un repaso cronológico de permeabilidades culturales que culmina con un análisis de corte etnomusicológico del que se liberan las principales características del corpus musical desde el punto de vista sociocultural formal, textural, literario, organológico y dancístico.

El segundo bloque, el más extenso, repasa los géneros folklóricos más comunes exponiendo los elementos contrastados ya publicados y, en algunos casos, las conjeturas que bajo un prudente interrogante han enarbolado los más ilustres musicólogos hasta la fecha.

El tercer bloque es una sinopsis de una especie de cajón de sastre de expresiones líricas, literarias y ritualísticas a las que el autor engloba bajo el epígrafe La lírica tradicional. Dentro de este apartado se detiene a explicar de una manera breve una serie de actividades cuyo conocimiento es de difícil acceso incluso para los folkloristas. Hablamos, por ejemplo, de las endechas, los cantos de trabajo o el repertorio romancístico. Todas ellas manifestaciones culturales sometidas a un gran hermetismo, en vías de desaparición por la falta de relevo generacional y cuya bibliografía asociada es predominantemente científica y, por tanto, de laboriosa lectura para la mayoría.

El cuarto bloque es una suerte de vademécum organológico que revela los principales instrumentos utilizados en el folklore canario. Es un despejado mosaico de explicaciones y fotografías que sin duda serán de gran ayuda para el neófito y el veterano. Además, se adjuntan unos últimos apartados que, a modo de apéndice, dejan al lector conocer personalidades célebres de la música folklórica y popular; un acertado glosario de palabras clave; y quizás una de las mayores aportaciones del libro: una bibliografía y discografía bastante depuradas que nos invitan a que, una vez realizada la aproximación al objeto de estudio a través de un texto generalista y divulgativo, demos el paso a otras lecturas más específicas y musicológicas.

En definitiva, El Folklore Musical de Canarias es a nuestros ojos la publicación perfecta para emprender el camino de conocer el folklore canario. Aúna los contenidos apropiados sin renunciar a los apoyos visuales y a un tono agradable; discrimina hábilmente qué elementos son indispensables para el principiante y qué información puede ser deglutida más adelante a través de las propuestas bibliográficas reflejadas en el libro; y, por último, sienta un precedente en la compleja materia de cómo organizar un texto que trata un tema tan extenso y multidisciplinar como el folklore.

(La obra se puede adquirir en librerías).