Cargando...

ENCUENTROS. Domingo Rodríguez El Colorao

Casimiro Camacho, uno de sus maestros, dice de él que es el mejor timplista de todos los tiempos. Y lo dice el que fue considerado en su tiempo el Rey del Timple.

Sin duda, Domingo Rodríguez Oramas, El Colorao, encontró en el timple el alma del isleño. A su regreso de París, donde estudió guitarra clásica con Blas Sánchez, El Colorao se ocupó y preocupó de estudiar en profundidad las posibilidades (que son infinitas) del instrumento que nos identifica.

Cursos, conciertos, y charlas son su día a día tanto a nivel regional, nacional como internacional. Y le queda tiempo para estar atento a las carreras musicales de sus hijas Ayla y Julia y para atender los calderos que tiene en el fuego (o tostadores, como dicen en Fuerteventura).

Recientemente ha presentado uno de los más interesantes proyectos que tenía pendientes desde hace unos cuantos años: «Las manos del timple (rasgueos, repiques y furrungueos)», un trabajo realmente extraordinario.

——–

ENCUENTROS tiene como objetivo recoger el testimonio de los informantes, personas cercanas a las tradiciones y que relatan en primera persona, a través de conversaciones con el periodista Antonio Betancor, su experiencia en el campo de la música tradicional. Distintas generaciones que cuentan cómo llegaron a la música tradicional y cómo la vivieron y la viven en la actualidad.

Muchos vivieron la música sin pasar por la escuela e influidos por la música que llegaba a través de la radio o a través de familias o de amigos cercanos; y otros, durante y después de la aparición del programa de televisión Tenderete, que marcó un antes y un después en la manera de reconocernos a nosotros mismos como pueblo.

Idea y dirección: Javier Cerpa
Cámara: Juani Pérez y Fran Martín
Edición y postproducción: Fran Martín
Fotografía: Alfonso Caballero y Daniel Cabecera
Producción: Raquel Suárez y Ayla Rodríguez
Presentador: Antonio Betancor
Música: Ner Suárez

Queremos dar las gracias a los y las informantes que generosamente nos han brindado su tiempo para dejarnos su testimonio.

Arriba